jueves, 17 de mayo de 2012

Antonio López Hidalgo: «La columna es un género que da calidad al periódico; es necesario en la prensa escrita»

[El periodista y profesor de la Universidad de Sevilla publica el estudio más completo y global sobre este género periodístico bajo el sello de Comunicación Social Ediciones. Por Marta Frechilla]  

 Foto: ELISA ARROYO

«La columna sigue estando de moda, pero ya no
ocupa esa primera línea de batalla de los años 80 y 90»
 

Existen pocos géneros periodísticos tan libres y completos como la columna. En ella cabe de todo, experiencias personales, humor, poesía, sueños, palabrotas... Todo, siempre que cuente con una buena estructura y esté bien cerrada por los dos lados: en definitiva, que arranque con una frase tremenda y termine de modo rotundo. Lo dijo uno de los maestros de la columna, César González-Ruano, y lo repitió otro, Francisco Umbral. Ha sido un género cosechado por periodistas y escritores en España, con profusión y buena pluma. Sin embargo, curiosamente, faltaba un estudio completo, actualizado y que incluyera toda la bibliografía y lo que se ha dicho sobre este artículo de escritor. El periodista y profesor de la Universidad de Sevilla Antonio López Hidalgo trata de llenar este hueco con La columna. Periodismo y literatura en un género plural, un estudio que aborda de forma amena y que se suma a los otros seis títulos publicados en Comunicación Social Ediciones. El libro está disponible en edición tradicional en http://www.comunicacionsocial.es como en formato eBook en http://www.librosdecomunicacion.com.

 -Usted ya había escrito otro libro sobre el género de la columna, Las columnas del periódico, ¿qué aporta de nuevo La columna, el libro que ahora publica?
-Las columnas del periódico lo publiqué en 1996. Fue mi primer trabajo académico, el trabajo de investigación previo a la tesis. En aquel momento era un género muy en boga y no había ningún trabajo sobre este género, de ahí mi interés en hacerlo. Precisamente en aquel año se publicaron otros dos estudios sobre la columna: uno de Fernando López Pan, de la Universidad de Navarra, y otro, El artículo periodístico, de Teodoro León Gross. Los tres estudios eran los primeros, pero miraban la columna desde un punto de vista parcial, desde pocos ángulos. El estudio que publico ahora es muy diferente.  Se puede decir que es mucho más global, más completo que todos los publicados anteriormente, y además está realizado con una perspectiva de tiempo que nos permite ver la columna desde muchos puntos de vista. El otro era una trabajo pionero, pero todavía bastante parcial e incompleto.

-Por lo que dice, el libro La columna es el estudio «más completo que existe hasta el momento» sobre este género periodístico...
-Lo de más completo puede sonar un poco vanidoso, pero puede considerarse el más completo en el sentido de que es el último escrito sobre el tema y que incluye todos los trabajos que se han publicado al respecto. Viene a ser un compendio y, desde ese punto de vista, el trabajo más completo que se ha publicado.

«Un periódico necesita noticias documentadas,
entrevistas, reportajes, editoriales...
Pero si le falta la columna, le falta esa parte
de brillo, de lujo, que da un valor añadido a los medios»

-¿A quién va dirigido?
-El libro va dirigido, obviamente, a estudiantes de Periodismo, a profesores, a periodistas, a cualquier lector y también a todas aquellas personas interesadas en conocer aquellos géneros fronterizos que campan a sus anchas en esa tierra resbaladiza que une y separa periodismo y literatura. Son temas sobre los que se han escrito bastantes estudios incompletos y  por los que crece el interés por investigar, ampliando nuevas perspectivas.

-Usted apunta en el prólogo que ha querido escribir un libro dinámico y de lectura amena, para lo que incluye muchos ejemplos de columnas a modo de ejemplo.
-Aunque es un libro académico, intento que tenga un lenguaje periodístico, ágil, y que sea de fácil lectura, lo que no significa que baje el nivel del contenido, sino que pueda atrapar al lector con el lenguaje, que pueda enterarse del contenido.

-También, ha pretendido abordar «una línea de investigación relativamente novedosa»...  
-En los estudios de los géneros periodísticos que he realizado he intentado siempre ocupar vacíos o abrir caminos donde a veces no los había. Es el caso del libro que publiqué sobre El titular. Solamente se había publicado en los años 80 un trabajo sobre el tema, y no había ningún manual sobre el arte de escribir un título periodístico. En el caso de los géneros complementarios, no había ningún estudio sobre los formatos de lectura rápida, despieces, etcétera. Siempre he tratado de hacer estudios sobre géneros poco estudiados y, en este sentido, La columna también pretende entrar en un género bastante novedoso, a los que los manuales clásicos, como el de Martínez Albertos, apenas le dedicaban un par de páginas.

«Desaparecerán muchos periódicos,
pero la prensa escrita sobrevivirá.
Eso sí, tiene que encontrar su camino»

-La columna empezó a florecer en España a partir de la Transición. ¿En qué momento se encuentra ahora este género?
El libro está disponible en edición papel
en www.comunicacionsocial.es y en
eBook www.librosdecomunicacion.com
-El origen de la columna es el artículo de escritor que se publica a lo largo del siglo XX, sobre todo aquel artículo de colaborador que sobrevive desde la República hasta la muerte de Franco. Ruano y Julio Camba, principalmente, serían sus más claros antecedentes. Cuando muere Franco, el periodista, libre de corsés gracias a la libertad de expresión, y cansado de otros géneros periodísticos de disciplina más estricta, encuentra en la columna el espacio para decir otras cosas y decirlas de manera distinta. Los primeros columnistas eran periodistas esencialmente. Ahora, posiblemente los escritores escriban más columnas que los propios columnistas. Cuestión de mercado, entiendo. Las columnas se nos han vuelto más literarias, y también han perdido el pulso de la calle del estaban impregnadas en los años 90.

-Comentaba que en 1996, cuando escribió Las columnas del periódico, era un género que estaba de moda, igual que lo estaban las tertulias o los debates. ¿La columna sigue siendo un género de moda en este momento o ya pasó su época de esplendor?
-Sigue estando de moda, aunque aquellos años fueran de mayor esplendor que ahora. La columna surge como un género que da una salida a lo que otros géneros no te permiten. Los géneros informativos son géneros muy castrenses, que tienen muchas normas y no te permiten explayarte en tu ego, en tu vida diaria, en tus sueños. No te permiten utilizar una palabra soez o ser demasiado intimista o grosero. La columna vino a llenar este vacío, y los primeros que comenzaron a utilizarla fueron los periodistas, que necesitaban contar otras cosas y hacerlo de manera diferente, de ahí que renueven tanto el lenguaje. Con los años, las columnas se han hecho más educadas, no siempre tocan la actualidad o la tocan de manera marginal. Siguen estando de moda, pero no ocupan esa primera línea de batalla que ocuparon en los 80 y 90. Sigue siendo un género muy leído, que le da calidad al periódico, y se siguen vendiendo libros que son recopilaciones de columnas. Sigue estando de moda y se ha impuesto, si no para siempre, para bastantes años, como un género necesario en la prensa escrita, aunque no tanto en los medios audiovisuales y en la red.

-Es un género atractivo, por la libertad de temas y estructura que confiere al columnista. Usted ha sido columnista, ¿es, quizá, el género que más le gusta?
-Como periodista prefiero los géneros informativos, porque creo que el periodista debe informar. Dentro de ellos, el reportaje es el género más completo, donde el narrador muestra su capacidad de contar las cosas, de poder documentarse, de mostrar la realidad tal como es. O la entrevista, que es estupenda para mostrar el perfil de una persona. Lo bueno que tienen los géneros periodísticos es que se complementan unos con otros. Y la columna es el género más personal. En la columna puedes recurrir no sólo a destripar la realidad, sino contar tus sueños, cómo te ha ido el día e, incluso, fabular e inventar; utilizar la palabra más soez, como hace Arturo Pérez-Reverte, o darle un tono más intimista o de denuncia. Es como un pequeño cajón de sastre donde cabe todo. Desde ese punto de vista, es un género muy completo. Es el género en el que el ingenio es la regla principal, el ingenio y la libertad. Pero también se complementa con otros géneros. Un periódico necesita noticias bien documentadas, entrevistas, reportajes, editoriales... Pero si le falta la columna, le falta esa parte de brillo, de lujo, que le da un valor añadido a los medios.



«El periodismo profesional prácticamente
ha muerto; hoy se hace un periodismo
programado que proviene de
los gabinetes de comunicación»


-El periodismo escrito atraviesa un momento difícil; algunos auguran incluso el final de  los periódicos en papel o, como mínimo, un cambio profundo en la prensa y en los hábitos de los lectores, con un trasvase importante de los mismos hacia los medios digitales.
-Aunque, desde hace muchos años, se anuncie la muerte del periodismo impreso, no creo que sea tal. En los últimos años se han publicado demasiados periódicos impresos, quizá porque la red no era un vehículo que llegara a todo el mundo. No creo que el papel se acabe nunca, lo que sí creo es que habrá menos periódicos, porque es cara la impresión, el papel y la distribución. Es el mensaje que ha llegado desde las propias empresas periodísticas y que todos hemos asumido como algo natural y que va a ocurrir. Yo creo que la prensa escrita seguirá, pero tiene que encontrar su camino, igual que lo tiene que encontrar internet, que es una revolución para la comunicación entre ciudadanos, pero no es todavía un negocio. De momento el futuro de la prensa no está en internet. La prensa sigue siendo rentable, es un negocio y lo seguirá siendo, aunque algunos periódicos tengan deudas y les toque transformarse para ser viables. Debe acudir hacia una información más contrastada, ofrecer textos más analíticos y contar historias, que es lo que siempre ha hecho el periodismo, y dejar las noticias del día para internet, la radio y la televisión. De hecho, cada vez más, los periódicos intentan hacer dos productos diferentes, en papel y en internet. Desaparecerán muchos periódicos, pero creo que el papel sobrevivirá.
Al autor le gusta investigar
sobre géneros poco estudiados,
como ya hizo en El titular.

-Dedica uno de los apartados del libro al WEBLOG, más conocido como Blog. ¿Es el equivalente de la columna, tal como la entendemos, en internet?
-La columna ha encontrado su proyección en internet. Al ser un género tan libre y no estar sujeto a todos los tecnicismos propios de los géneros informativos, lo puede practicar muchísima más gente. La columna tiene algo bueno, lo decía Juan José Millás: es un género que sirve para experimentar, en el que los escritores buscan nuevas formas de expresión que después llevan a sus ensayos, a sus novelas, a otros textos, tanto literarios como periodísticos. Es la rata de laboratorio sobre la que se hacen muchos experimentos narrativos. Desde ese punto de vista, lo mismo que no tuvo eco en radio y televisión, se está desarrollando en la red. Pero no, el blog no es el equivalente a la columna. El blog puedes utilizarlo para hacer columnas, pero puedes publicar una novela por entregas, reportajes... De hecho, en Iberoamerica hay muchos blogs dedicados a hacer reportajes o textos informativos.    

-El debate sobre el futuro del periodismo, la situación laboral de los periodistas y la precariedad laboral que muchos de ellos sufren, está en la calle. Así que no puedo evitar pedirle su opinión, sobre todo teniendo en cuenta que escribió sobre la precarización de los periodistas en el libro El periodista en su soledad, también publicado por la Editorial Comunicación Social.
-Sobre esta situación he escrito bastante y no precisamente ahora, sino hace 15 años, porque ya se veía venir. La crisis económica lo que ha hecho es agravar el problema. Por una parte, las nuevas tecnologías han hecho que todo se agilice y, al agilizarlo, que sobren profesionales. El periodismo profesional prácticamente ha muerto. Hoy el periodismo que se hace es un periodismo programado que proviene de los gabinetes de comunicación de partidos políticos, sindicatos, instituciones, ONG's... Los medios de comunicación son unos intermediarios entre las instituciones y los lectores. Los comunicados y las notas de prensa llegan perfectamente redactados y apenas se modifican. Antes, cuando yo trabajaba en los medios, teníamos que salir a la calle a buscar informaciones, a contrastarlas, a verificarlas... porque, si no, no había noticias para llenar el periódico. Hoy las nuevas tecnologías han hecho que las cosas se simplifiquen, pero también que la información esté menos contrastada, sea menos profesional, que todos los periódicos se parezcan porque las fuentes son las mismas. Estamos asistiendo a la muerte del periodismo tradicional.

«El lector está demandando que le
cuenten historias, que es lo que siempre
ha hecho el periodismo tradicional»
 
El periodista en su soledad, un
libro de López Hidalgo que
aborda las consecuencias de
la precariedad en el periodismo.

-¿Hay alguna alternativa para que sobreviva el periodismo tradicional?
-Sí, muy fácil, volver a hacer periodismo: buscar noticias, verificar la realidad, contrastarla... Algo que apenas se hace o que se hace en un porcentaje muy bajo. Aunque yo estoy convencido de que se volverá a hacer periodismo. Lo que pasa es que tenemos una democracia en que no interesa ese periodismo tradicional; interesa que los medios estén controlados, y ese control lleva a la precarización de los periodistas, que es la mejor forma de coartar la libertad de expresión. Cuando un periodista no está para contar lo que le dicen, sino para dudar de lo que le dicen y contrastarlo con otras fuentes. La objetividad no está en la ética, sino en el método de trabajo. Pero para contrastar necesita tiempo, muchas horas y dinero para vivir, y eso es lo que el mercado no le va a dar.

-¿Y la gente pide este periodismo tradicional, contrastado?
-El lector está demandando ese periodismo, está cansado de que todos los periódicos y todos los espacios informativos de los audiovisuales sean iguales, de ir a la red y que no le aporte nada nuevo. Hoy que tenemos las mejores tecnologías para comunicarnos mejor, es cuando las tecnologías nos dan la comunicación más vacía. En internet parece que está todo, pero no hay nada. Tenemos medios, pero medios que no nos permiten contar nada.       

-¿La columna cierra un ciclo dentro de los libros dedicados por usted a géneros periodísticos? ¿Está trabajando ahora en algún otro libro?
-Hay un proyecto de libro sobre los géneros biográficos. Se han hecho algunas cosas, pero muy poco, sobre la entrevista, la semblanza, la necrológica, el reportaje biográfico, los diarios de personajes... géneros que no se han estudiado o se han estudiado de manera parcial. Después me gustaría hacer algo sobre dos aspectos muy interesantes. Uno, el periodismo narrativo o periodismo informativo de narración, ese tipo de reportaje que nace con John Hersey, en Hiroshima, o Truman Capote, en A sangre fría, el antecedente de lo que después se va a llamar el Nuevo Periodismo Norteamericano, que en realidad se hacía también en Iberoamérica. En España, menos, porque coincidía con la dictadura. Curiosamente este periodismo está muy en vigor en este momento en Iberoamérica.

-Igual es el futuro para recuperar ese periodismo tradicional...
-Puede ser el futuro o una vía nueva y diferente de conseguirlo. En cualquier caso, es muy curiosa. Los periodistas, aparte de trabajar en un medio de comunicación, han creado revistas para publicar este gran reportaje, de periodismo narrativo, que también publican en blogs, y que las editoriales comienzan a demandar porque se vende muchísimo. De hecho, en ocasiones supera en ventas al género de ficción. Mientras en América Latina está en vigor, que es una vuelta al periodismo tradicional, en España no se hace. Es como si estuviéramos descontextualizados. El segundo campo que me interesa es el de los reportajes en clave de cómic, como los realizados por Joe Sacco. Él se documenta, contrasta la información, hace fotos y, sobre esas fotos, interpreta la realidad con dibujos. Ahí hay una vía abierta que no sé hasta donde llegará, pero que es muy interesante. Son alternativas, otro tipo de periodismo y de dar respuesta a lo que busca el lector: que le cuenten historias que no aparecen en los medios.

1 comentario:

  1. El periodismo es una disciplina eterna. No hay ni viejo ni nuevo periodismo. Muchas veces el problema está en "los periodistas" A partir del momento en que el profesional deja de ser objetivo en su redacción y agrega condimentos de subjetividades pierde un poco la escencia auténtica del periodismo que siempre tiene que ser REAL. Narrar la verdad. En los últimos 20 años asistimos a un deterioro de la función periodística en función a las necesidades de los grandes medios que emplean esos profesionales. Y dentro del Periodismo en particular la prensa escrita nunca se va a agotar desde que el hombre de prensa esté capacitado para una narrativa veraz, literaria y fundamentalmente con aporte de una creatividad personal. El pùblico lector está cansado de leer en todos los medios la misma noticia, y le agradaría una competitividad que justamente determine la elección que hará ese lector por el mejor material. Si se hace necesario una permanente actualización y capacitación del hombre de prensa y entonces será válido hablar de un n"nuevo periodista" y no de un "nuevo periodismo"

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