[El profesor Miguel Túñez publica La gestión de la comunicación en las organizaciones, editado por Comunicación Social.
Por Marta Frechilla]
«El libro incluye todo lo que debe tener en cuenta un
profesional para ejecutar comunicación; también puede servir de referencia bibliográfica en varias asignaturas de los nuevos planes de Bolonia» |
Las organizaciones son cada vez más conscientes de
la importancia de la gestión de la comunicación para darse a conocer, pero
también como una herramienta que les ayuda a mejorar su productividad. Ya no
sólo cuentan con la publicidad, las relaciones públicas y la prensa tradicional
para comunicar. Con el desarrollo de internet, cada vez son más los soportes,
las técnicas a su alcance y las formas de relacionarse con sus públicos. Pero
también los frentes abiertos que tienen que atender. Para ayudar a empresas e
instituciones a gestionarlos eficazmente, el profesor de la Universidad de
Santiago de Compostela y asesor en comunicación, Miguel Túñez, ha escrito La gestión de la comunicación en las organizaciones, un libro esclarecedor para
que los máximos responsables de las organizaciones se den cuenta de la
importancia de la comunicación para sus negocios e instituciones; una guía muy
útil para el trabajo diario de directores de comunicación (Dircom) y
profesionales del sector; y un manual de texto muy oportuno para los
estudiantes de Comunicación.
-Parece que el libro, además de a directores de comunicación
(Dircom), responsables de prensa, relaciones públicas o responsables de
marketing, va también dirigido a los responsables máximos de las
organizaciones, para abrirles los ojos sobre la importancia de una gestión eficaz
de la comunicación para que su empresa funcione.
-Es uno de los temas pendientes en comunicación, aunque cada
vez más se está asumiendo la importancia de una gestión de la comunicación
profesional y eficaz a la hora de conseguir los objetivos que se marcó cada
organización: económicos, de imagen, productivos... No iría nada mal que las
organizaciones, las grandes y las pequeñas, tomasen conciencia de lo que
significa la comunicación y, sobre todo, que la comunicación esté gestionada
por alguien que sepa de verdad lo que es gestionar comunicación. Porque de
comunicación y de fútbol todos sabemos, parece que todos somos seleccionadores
nacionales, pero la realidad nos demuestra que no es lo mismo una acción
concreta que planificar una estrategia y llevarla a cabo.
-¿Las organizaciones cuidan realmente la comunicación?
-Cada vez hay más organizaciones que se están dando cuenta
de que no sólo vale con difundir, sino que tienen que interrelacionarse y
explotar las posibilidades que les da la comunicación para relacionarse con
todos sus públicos, internos y externos, y en todas las direcciones, para no
ser únicamente un emisor que lanza mensajes, sino también ser un actor activo
que está relacionándose con el público. Se ha avanzado, pero queda todavía
mucho por hacer.
-El libro es un compendio de conceptos útiles para
los comunicadores, abarca desde la comunicación tradicional 1.0 a la comunicación
2.0, incluye nociones de Protocolo, cómo preparar una rueda de prensa, cómo
gestionar una situación de crisis o qué incluir en
una sala de prensa virtual. Es un todo en uno muy útil para los profesionales de la comunicación organizacional.
-El concepto básico del libro es que, desde los responsables
de las organizaciones a los comunicadores, debemos ser conscientes de que todo
comunica. Y cuando hablamos de todo, es
todo. Debemos prestar atención a cómo interactúan entre sí todas las
posibilidades que tenemos para que nuestro mensaje, nuestros servicios,
nuestros valores, nuestras ideas, nuestros productos y todo lo que ofrecemos,
llegue realmente a los públicos. También, cómo la comunicación puede mejorar
los niveles de aceptación de nuestra organización. Por eso, el libro intenta
aproximarnos a todo lo que hay que tener en cuenta cuando se están planteando y
planificando estrategias de comunicación. Analiza el proceso de comunicar, a
los públicos, su segmentación, los canales y los nuevos soportes. También, las
técnicas de marketing y las estrategias que se deberían adoptar en situaciones
distintas, de amenaza o de crisis para la organización. El planteamiento es
amplio, ambicioso, pero si partimos de que todo comunica, lo que se pretende
con el libro es dar todo lo que se necesitaría tener en cuenta para ejecutar
comunicación.
-¿Se habían publicado en español libros tan completos como
éste?
-Existen libros que abordan en profundidad algunos de los
ámbitos que trata éste. Pero la idea era precisamente hacer un compendio, un
manual, que dé esa visión global. Yo creo que este libro significa una opción
muy completa que hay que tener en cuenta para ejecutar con éxito la
comunicación en las organizaciones.
«Antes bastaba con salir en los medios. Ahora no: hay que hacerse visible, destacar en el bosque de la comunicación» |
-¿Lo plantea como un libro de texto para la asignatura
universitaria de Comunicación Organizacional, un manual para profesionales que
trabajan en el campo de la comunicación o ambas cosas?
-Yo creo que las dos cosas. Es un perfecto manual para los
profesionales en ejercicio, al menos mi pretensión era hacer una buena guía
para los que quieren iniciarse en la gestión de la comunicación en toda su
dimensión, incluido el marketing y las relaciones públicas, y en cualquier tipo
de organización, pública o privada. También es una ayuda fantástica para los
alumnos de Periodismo, Relaciones Públicas, Publicidad, incluso también para
los de Comunicación Audiovisual. Podría servir de referencia bibliográfica en varias asignaturas de los nuevos planes de Bolonia. A raíz de su implantación, ya existe una asignatura que forma a los alumnos de Comunicación en comunicación organizacional, hasta ahora más vinculada a las carreras de Marketing y Relaciones Públicas, que además es una buena salida laboral. Las incorporaciones de periodistas en el futuro irán más en la línea de la gestión de la comunicación que en trabajar en los medios tradicionales, más saturados.
-Dice en el libro que muchas organizaciones han descuidado
la comunicación interna a favor de la comunicación externa y con los medios de
comunicación, cuando, explica, la comunicación interna es el punto de partida,
entre otras cosas, para controlar los resortes de la empresa, mejorar el
ambiente laboral y, a la larga, mejorar la productividad.
-Las organizaciones se han preocupado de salir en los medios
y salir bien. Es importante para llegar a públicos amplios, sobre todo en el
pasado cuando la organización no tenía posibilidad de contar con medios de
difusión propios, como internet. Pero en muchos casos la comunicación se ha
reducido a labores de gabinete de prensa y de relaciones informativas, y la
comunicación interna ha quedado como responsabilidad exclusiva del departamento
de recursos humanos, donde no hay técnicos expertos en comunicación y donde
siempre surgen asuntos que pueden parecer más importantes y urgentes. Las
decisiones y las normas las puede establecer el departamento de recursos
humanos, pero su traslado a los públicos internos, a los trabajadores,
corresponde al departamento de comunicación. Ambos departamentos han de
trabajar coordinados. Algunas empresas que potencian el clima laboral como uno
de los activos para mejorar la productividad están aplicando estrategias de
comunicación interna novedosas, de interrelación, donde todos pueden hablar con
todos, participar y donde la voz de los trabajadores se tiene más en cuenta, algo que les ayuda a sentirse más integrados. Y si los trabajadores están en un
ambiente en el que se sienten cómodos, van a rendir mucho más. Además, son los
mejores agentes para la proyección exterior de una organización, porque si
están a gusto, van a proyectar imágenes positivas de ella.
-Entre los asuntos que generan valor para las
organizaciones están la Reputación Corporativa y la Responsabilidad Social
Corporativa. También habla de ellas en el libro. ¿Las organizaciones son
conscientes y cuidan estos dos intangibles que se traducen en algo tan tangible
como beneficios económicos?
-Son dos de las opciones clave para una buena gestión de la
comunicación. Las organizaciones están cada vez más preocupadas por la
reputación externa e interna, porque es el reconocimiento que se hace de ella y
es la base sobre la que se construye su imagen. También son conscientes de que
deben ocuparse de ella los departamentos de comunicación, sobre todo en los
entornos online, en los que cualquiera se puede convertir en emisor de mensajes
críticos con la organización. La responsabilidad social, el compromiso social
responsable, es un tema en auge, si bien es cierto que se han detectado algunas
técnicas de uso inadecuado, más de cara a la galería y de marketing social que como
acciones reales.
-También habla de uno de los retos de las organizaciones:
cómo gestionar situaciones de crisis. ¿Cuál es su consejo para afrontarlas?
-Uno, prevención, que la crisis no nos pille por sorpresa,
que seamos capaces de anticiparnos y pensar qué haremos si se presenta una
situación desfavorable. Dos, ser conscientes de que la gestión de una crisis es
la gestión de la credibilidad, y que la credibilidad se consigue a través de
contenidos, mensajes y acciones veraces. Si una organización lleva a cabo una
práctica que no puede reconocer ante sus públicos porque es deshonesta o no se
ajusta a lo que se espera de ella, lo que tiene que cambiar es la práctica, no
pensar que la comunicación puede ocultarla. Es muy importante salir de la
crisis o frenar el impacto, darle la vuelta y hacer que la circunstancia se
convierta en algo positivo. Los chinos lo explican perfectamente, porque en
chino ‘crisis’ significa ‘amenaza’ y ‘oportunidad’. Hemos de ver las
situaciones desfavorables como una oportunidad para resituar la imagen pública
de la organización. Antes cuando llegaba una situación de dificultad económica,
las empresas de lo primero que prescindían era del departamento de
comunicación. Hoy no. La comunicación es fundamental porque hay que superar la
crisis y salir reforzados en imagen. Los departamentos de comunicación han
pasado a ser los músicos del Titánic, los últimos que siguen trabajando aunque
la organización esté en una situación muy desfavorable, porque son los que nos
ayudan a evitar que esa catástrofe se pueda multiplicar.
«La
comunicación es fundamental para superar la crisis y salir reforzados en imagen. Los departamentos de comunicación han pasado a ser los músicos del Titánic» |
-La comunicación 2.0 ofrece muchas posibilidades, pero puede
desbordar a las empresas, sobre todo a las más pequeñas. Para desarrollarla
tienen que contar con más personal (SEO y community manager), mantener las
conversaciones en las redes sociales, ser proactivos... ¿Cómo adaptarse a esta
nueva situación y gestionar adecuadamente todos estos frentes?
-Seguro que en esas mismas empresas hay multitud de tareas
en las que se contratan o subcontratan a otras empresas. Lo que hoy no interesa es tener
una web por tenerla. Ahora no sólo basta con tener ese escaparate, sino que a
través de las técnicas de comunicación hay que lograr que ese escaparate esté
en el cruce por donde pasa más gente cada día, en el centro de la zona
comercial. Hemos de contar con alguien que sepa dinamizar y que esté atento no
sólo a lo que la organización hace, sino a lo que dicen los públicos de esa
organización y a las acciones de las organizaciones que podrían ser nuestra
competencia. Quizá el libro pueda guiar a una entidad pequeña y ayudarle a
comprender dónde tiene que poner su atención. Si se ve desbordada, puede
confiar el trabajo a un responsable de comunicación para cumplir el objetivo:
posicionarse, darse a conocer, estimular las ventas...
-Por tanto, ¿merece la pena contratar o subcontratar a un
profesional de la comunicación? ¿La inversión se va a notar en la cuenta de
resultados?
-El concepto de que todo comunica es aplicable a las
pequeñas y a las grandes organizaciones. Comunicamos para crear una imagen
positiva que resulte en una receptividad mayor de los públicos al producto que
ofrecemos, el servicio, la idea... Y para ello es importante que te conozcan.
Antes bastaba con llegar, salir en los medios. Ahora no: el bosque se ha
poblado y todo el mundo consigue estar, todo el mundo tiene su web, tiene un
blog. Se trata no sólo de ser parte del bosque, sino hacerse visible en el
bosque de la comunicación. Y ahí es necesario alguien que se especialice en
gestionar la comunicación, con nociones básicas, como las que adquiere a través de este
manual, o contratar a un técnico experto.
-Es decir, que será un dinero bien invertido...
-Sin duda. Hoy no se entiende una organización que quiera
interrelacionarse con sus públicos sin comunicación y sin una gestión
estratégica de la comunicación. Sin derrochar, el dinero que se invierte en
comunicación siempre genera retorno, si los objetivos son concretos, son
realizables y están bien planteados. Si tengo una pequeña empresa y quiero
convertirme en líder del mercado, pues seguramente me esté equivocando y
sobredimensionando mis capacidades. Pero si lo que quiero es darme a conocer en
los entornos próximos para colocar los productos que ofrezco, necesito una
buena gestión de comunicación, para que me conozcan, sepan de mí y demanden mi
producto. Tampoco hay que olvidar que las demás organizaciones lo están
haciendo. Si no, serán ellas las que consigan la relación con los medios y los
públicos. Por otro lado, con la comunicación publicity, aquella que se utiliza
para estar en los medios sin mediar anuncios, la organización se está ahorrando
los costes en publicidad.
-Las prácticas de decenios de manipulación y ocultación de
información que han llevado las organizaciones les han restado credibilidad.
Un periodista recibe una nota de prensa y, de primeras, piensa que es una
información interesada por parte de la organización. ¿Qué pueden hacer ante eso
los responsables de comunicación de las organizaciones?
-Las organizaciones sobre todo gestionan credibilidad, en
situaciones normales y en situaciones de crisis. La comunicación a través de
los medios no puede ser una comunicación publicitaria, distorsionada, que no se
ajuste a la verdad. También tengo que hacer una planificación de la información
sabiendo cómo funcionan los medios. Lo fundamental no es tanto lo que quiere
decir la organización, sino que la organización sea capaz de hacer dos cosas en
simultáneo. Una, destacar aspectos positivos de sí misma. Dos, conjugar ese
interés que yo tengo de que hablen bien de mí con la necesidad que tiene el
periodista de noticias. Lo que tengo que satisfacer es la necesidad informativa
del medio. Si yo consigo crear una noticia que responda a las expectativas
informativas de los medios de comunicación, y además redunde de un modo
positivo en la imagen que tenga la sociedad de la organización, estaré
transmitiendo una nota de prensa, no un material para irse a la papelera. Es
cierto que los periodistas desconfían, pero también es verdad que las
plantillas de los medios son más reducidas y, como no tienen tiempo, cada vez
hay más notas de prensa que no han sido reelaboradas. Ahí está la oportunidad
de la gestión de la comunicación. Pero, cuidado, ahí está también la
responsabilidad, porque tengo que generar credibilidad en lo que digo y en lo que
hago.
-¿Los consejos y enseñanzas de este libro son aplicables
tanto en España como en Iberoamérica?
-No está restringido a un puro ámbito territorial. Lo que se
dan son las pautas de lo que hay que tener en cuenta para comunicarse. Lo que
sí es verdad es que en Latinoamérica han desarrollado más la comunicación
organizacional. Son conscientes de lo que significa y lo que aporta una buena
gestión de comunicación, porque es como gestionar tus relaciones con tus
proveedores y tus destinatarios. De hecho, sí tienen la comunicación
organizacional como asignatura e incluso como carrera universitaria.
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